Hoy la Fiscalía General del Estado de Sinaloa difundió el video de la supuesta ejecución de Héctor Melesio Cuén Ojeda en una gasolinera en Culiacán. La pregunta que todo mundo se hace, es por qué la Fiscalía mintió sobre el móvil del asesinato. Que mienta un criminal como Zambada, no sorprende.
La noche del viernes 25 de julio, a la hora que supuestamente Cuén fue asesinado, Zambada ya estaba secuestrado, así que en teoría, no tendría manera de obtener información detallada sobre las circunstancias de su muerte.
Resulta muy extraño que la falsa versión de Zambada haya podido desmentir el principal línea de investigación de la Fiscalía, que a la fecha insiste en mantener que el móvil fue el robo de vehículo (“esto consta en las declaraciones del principal testigo de los hechos, acompañante y amigo muy cercano de la familia de Héctor Melesio Cuén así como en otras pruebas videográficas y periciales.” según la nota de Marco Antonio Lizárraga).
El chofer de Cuén entonces mintió.
Por último, en el video se observa que el chofer abre la puerta brevemente para hablar con el despachador de la gasolinera. Desconozco si esta acción ocasionó que todos los seguros de las puertas de la camioneta se abrieran. En una coincidencia fatal, el sicario decide probar abrir la puerta antes de sacar su arma.
El despachador reacciona a la presencia de la motocicleta desde que ésta se detiene al lado de la camioneta. No se ve que reaccione el chofer, hasta que el sicario cierra la puerta, después de disparar.
De manera bizarra, la mentira de Ismael Zambada es la que evidencia el intento de encubrimiento por parte de las autoridades.
La camioneta tiene vidrios polarizados, por lo que resulta imposible a partir del video, determinar siquiera si alguien viajaba en el asiento trasero.